Estaríamos debajo del sol
que por segundos solía ser el arco iris
pero en realidad era la lluvia,
en medio de luna llena.
Parecíamos dos sombras
bailando bajo del farol de la plaza,
con sus calles empedradas
quizás serían piedras del Himalaya o de San Lorenzo
que fueron a parar a mis zapatos negros,
como mis cabellos y tus ojos.
Al finalizar la noche
descubrí que éramos
un par de soplos
causando la felicidad en el otro.
Texto agregado el 28-06-2021, y leído por 226
visitantes. (6 votos)