Carla, la Quesona Internacional, se encontraba en una intensa relación lésbica con Mel y Geri, finalmente extasiadas, Geri cayó como rendida al piso:
- ¡No doy más! dijo.
- Pero habrá más, ya se que aunque esto te gusto, lo tuyo son los muchachos, y aca tengo uno para vos le dijo Carla.
En ese momento entro entonces otro futbolista argentino, Carlos el Chino Luna, el popular goleador de Tigre, que también jugó en Racing, River y Rosario Central, que se presentó como tal.
- Ya no dijo Geri ya no me interesan más los muchachos, ahora solo me gustan las chicas.
- Ja, ja, ja exclamó con alegría Mel ya te sume definitivamente a nuestro club.
- Quiero seguir con vos, Mel, no quiero al Chino Luna.
- Pues si quieres seguir conmigo, seguirás dijo Mel pero ahora quiero verte con este muchacho, a ver que tal, estas diversiones son así, si no, lo nuestro se termina aca.
- Esta bien dijo Geri si no tengo alternativas. Así será.
Y entonces, ante la mirada de Carla y Mel, Geri se arrodilló y empezó a sacarle las zapatillas al Chino Luna, luego las medias, y cuando el futbolista quedó descalzo, despedía un olor a Queso tan intenso como asfixiante, Geri cayó rendida ante esos pies y Mel, a pesar de su lesbianismo, también, las dos empezaron a chupar, lamer, rendir y besar los pies de Carlos Luna.
- Nunca me creí capaz de despertar tales pasiones dijo Carlos Luna y yo que me consideraba un Quesón de segundo orden.
Lo cierto es que las dos mujeres quedaron rendidas ante los pies del Chino Luna, y este debió enfrentarse a algo inesperado, que era coger con las dos minas, algo que supo resolver muy bien, pues cogió con las dos, primero la penetró a Geri, y luego a Mel, que a pesar de ser lesbiana, estaba como en trance, ida, pero llena de gozo y placer. Las dos mujeres quedaron hechas una piltrafa.
Carlos Luna ahora debía asesinarlas a las dos, fue entonces cuando Carla Gugino, le dio una gran lanza ninja, y le dijo:
- Hazlo con esto, Carlos Chino Luna.
El goleador de Tigre agarró entonces la lanza ninja, Carla gritó:
- ¡Chicas! ¡Parense!
Obedientes las dos chicas se pararon (habían quedado tendidas en el piso, exhausta tras el sexo con el Chino Luna) y fue entonces ahí cuando Carlos Luna gritó:
- ¡Queeeeeesssssssssoooooooooooooooooo! y lanzó la lanza, valga la redundancia.
Con una puntería precisa, que solo un Quesón puede tener, las dos Spice quedaron lanceadas por el Chino Luna, que para rematarlas, tomó las shuriken (estrellas ninja) y las terminó de asesinar de esa manera.
- Queso, Queso dijo Carlos Luna mientras tiraba los Queso, primero el Queso sobre Geri, luego sobre Mel, cuyos cadáveres quedaron unidos por el lanzazo.
- Maravilloso dijo Carla Gugino perfecto, esto ha sido sublime, que buena arma las estrellas ninjas para asesinar, hay que usarlas, yo las recomiendo.
Las Santillanas se llevaron los cadáveres
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