Mi mundo es pequeño y al mismo tiempo hermoso... Hay todo para ser feliz como un niño frente a un mundo lleno de magia... Encuentro en mi diario vivir promesas y sueños hechos cristales... Y en mis pasos por la vida, dejo mis huellas con aroma a paz... Mi padre me enseñó a comer poco y quedarme con un poco de hambre, me enseñó a beber agua al menos dos litros al día... No recuerdo que mas me enseñó y que aun sigo su legado... Mi madre me enseñó a no rendirme jamás... No confiar en nadie ni en mi mismo... No se si la defraudé, creo que si... Y mi maestro me enseñó el camino a la paz... Aun sigo su legado, aun sigo remando y siento que estoy en aguas profundas, mas, me siento seguro de estar en su barca que me lleva tan lejos y tan cerca a mi destino...
De tanto que he vivido he olvidado a tantos amigos... Y supe que mi mejor amigo era yo mismo... Era yo un espejo y no lo sabía hasta que me vi reflejado en las noches y días, en la luz y oscuridad... En los ojos de un ladrón... En todas mis desgracias y alegrías... En fin, aun sigo en esta vida que se me da como esas gotas que lluvia que caen de un cielo interior que me muestra una eternidad que no se apaga...
Espero seguir remando, mas y mas, mas y mas... Es mi destino y se me hace hermoso mientras escucho el sonido del silencio y la húmeda oscuridad me lleva directo a mi cielo interior...