Clase de Ética
Jober Rocha
Fue una simple oración
Aparentemente cierta,
Con coma, interrogatorio, cedilla y crasis.
Sin embargo, me di cuenta de que dentro de ella tenía,
De una manera muy común,
Bastante opuesto a la verdad,
Una lógica contradicción.
Luego les hice una predicción a mis alumnos:
- ¡Se acaba de crear una paradoja!
Aunque sin malicia,
Pero de todos modos,
Su definición circular,
Al confundir el razonamiento,
Dejó todo el texto contaminado.
En este día solía dar una clase de ética
Y hablé alegremente de las paradojas,
De las simples a las más complejas.
Usando lingüística y gramática,
Hablé de las consideradas veraces,
Sobre el razonamiento lógico-concreto basadas,
Y también de las llamadas Falsidicas,
En discursos falsos sutilmente respaldadas.
A una pregunta que me hizo un estudiante,
Sobre la simultaneidad de proposiciones contradictorias,
Respondí que el nombre de esa era Antinomia
Y consistió en probar la validez de las preguntas.
Pero al verlos todos mirándome como animales atrapados en una jaula,
Con una corta y sencilla frase, rápidamente terminé aquella clase.
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