La casa de Eva.
La vieja casa triste y sola esperaba con ansias la llegada de su dueña, en su ausencia tras largos años, se había mantenido dormida esperando encontrar a su regreso a aquella joven muchacha tristemente arrancada de su lado.
Eva llegó al fin a su casa, a su querida casa, una fría noche de invierno con sus noventa años a cuestas, un vestido viejo y pasado de moda, cansada y acompañada por Inés, una mujer que haría las veces de acompañante, cocinera, ama de llaves y todo lo que su empleadora le pidiera.
La casa pareció iluminarse apenas la mujer puso un pie en ella, a pesar de no reconocerla debido al paso del tiempo su instinto le decía que esa era ella, la jovencita que había nacido en su propia habitación y con la cual crecieran juntas.
Porque la casa de Eva había sido construida por su padre para que fuera de ella y para que jamás la abandonara.
Lo que la casa no había tenido en cuenta era que con cada arruga nueva de su dueña, ella también envejecía a pesar de haberse dormido en el tiempo.
Eva sostuvo, antes de entrar a la casa, una conversación con Inés a la que le pidió por esa noche, privacidad, pidiéndole y dándole dinero para que fuera a un hotel y volviera por la mañana, necesitaba rencontrarse con muchas cosas y sobre todo con su pasado.
Eva contempló con tristeza y melancolía las paredes despintadas, sin color y con grietas, las mismas que tenía ella en su rostro y en su cuerpo gastado por la vida, observaba aquellos sillones que mucho tiempo atrás eran los más caros y lujosos y las sillas del viejo comedor otrora hermosas de terciopelo color escarlata y que hoy no pasaban de ser viejas sillas sin color y cubiertas por telarañas al igual que las cortinas de brocado agujereadas por las polillas que fueron su alimento por años.
Entró a su antiguo dormitorio donde aún estaban sus muñecas que a pesar de ser en aquella época una muchacha, nunca dejó de ponerlas sobre su cama ni dormir abrazada a ellas.
Siguió recorriendo la casa apoyada en un bastón sin el cual le era imposible caminar y llegó al dormitorio de sus padres.
El sentimiento en ese momento sólo ella lo supo, pero se vistió de valor y entró y poco a poco fue recordando algo que se había borrado de su memoria por tantos años y que ahora de pronto volvía a su mente con tanta realidad que tuvo que taparse la cara para no ver ni con los ojos del alma.
De pronto todo volvió a su memoria y lo que recordaba la llenaba de angustia y terror.
El día de su vigésimo primer cumpleaños, a pesar de lo estrictos que eran sus padres con respecto a las fiestas, por cumplir la mayoría de edad se le permitió hacer una reunión con sus amigos aunque su padre le previno de que cierta persona que solía frecuentarla cuando él no se enteraba, no le sería permitido entrar a la casa.
Muy a regañadientes Eva había aceptado la condición, sabía que su actual novio era un marginado pero confiaba en que ella lo podría cambiar por eso le comentó que haría un fiesta pero que él sólo vendría luego de terminada y ella la haría entrar cuando sus padres estuvieran dormidos.
El recuerdo volvía una y otra vez a su mente, qué enamorada estaba de Iván!!! Tan enamorada que olvidó todo lo enseñado por sus padres y sólo escuchaba lo que el muchacho le decía.
------Es hora de que hagamos desaparecer a tus padres, no te quieren y no nos van a permitir nunca estar juntos, a mi tampoco me agradan ellos, te tienen encerrada en esta casa de la cual sólo sales para ir a estudiar, con todo el dinero que tienen, deberíamos hacer lo siguiente….
El rostro de Eva comenzó a mojarse debido a las ácidas lágrimas que de sus ojos brotaban haciéndola empequeñecer cada vez más y odiarse a si misma.
Esa noche Eva al dejar entrar a Iván a su casa selló su destino, entre los dos previo darles somníferos para que no se despertaran, los cuales les dio ella en unas bebidas, entraron al dormitorio donde los padres de ella dormían y los mataron.
Dos tiros bastaron para terminar con la vida de ellos, uno ejecutado por Iván y otro por Eva.
Muertos los padres Iván se fue de la casa y Eva se acostó sin remordimiento alguno pero no contaban con que los vecinos que por el ruido de la fiesta aún estaban despiertos y que al oír los disparos llamaron rápidamente a la policía, la cual vino de inmediato y atando cabos fácilmente descubrieron el plan macabro de la hija de aquél hombre querido y respetado por todos y de su mujer, abnegada madre que vivió sólo para su familia.
Tras seguir los pasos del novio de Eva, pronto estaban los dos encarcelados echándose la culpa uno al otro.
Fueron hallados culpables y sentenciados a cadena perpetua por los crímenes cometidos.
Iván no pudo soportar la cárcel y a los pocos años se quitó la vida mientras que Eva debido a trastornos psicológicos fue internada en un manicomio.
Ahora al estar casi al final de su vida y creyendo los médicos y psiquiatras que no sólo le quedaba poco tiempo de vida sino que parecía haber recuperado la cordura, le dieron el alta médica. Debo decir que su padre era un hombre muy rico y que había puesto en el banco una suma considerable en el banco para su hija y que gracias a esto su vida no fue tan mala como hubiera sido en otras circunstancias y con los interese del dinero podía darse el lujo de tener una empleada, Inés a la que prometió dejarle todo en su testamento el cual estaba en manos de un abogado para leerlo a su muerte.
Ahora Eva estaba otra vez en sus cabales y luego de recordar el triste episodio de su pasado volvió a su dormitorio, se recostó sobre la sucia cama, tomó sus muñecas, le dio las gracias a su querida casa por haberla esperado tantos años sin caerse, prendió un viejo farol a mantilla y se durmió plácidamente.
Mientras dormía soñaba que su hermosa casa era otra vez aquella bella casa que la acompañaba siempre y de la cual no debió irse nunca y se veía bailando con sus muñecas en su habitación donde las paredes parecían sonreírle y con bruscos movimientos tocó sin darse cuenta el farol encendido que al caer comenzó a prender fuego a toda la casa mientras Eva soñaba.
A la mañana siguiente los bomberos encontraron el cuerpo de la anciana mujer, no en su cama sino recostada a una de las paredes con una sonrisa en los labios o lo que parecía serlo sobre la piel quemada.
Lo que más llamó la atención a los bomberos fueron los quejidos que se oían mientras caían las paredes, la casa parecía llorar. Algunos dicen que esa había sido una casa con alma y que al no poder vivir con su ama durante toda una vida prefirió morir con ella antes de vivir sola otra vez.
Omenia 18/6/2021
|