Tarde de domingo que nos anima.

Correa en mano salimos las dos entusiasmadas.

Cálidas caricias animaban nuestro caminar apurado.

Paso a paso nos llevaron al césped de la plaza.

Las cotorras chillaban desde las gigantes palmeras.

Los bancos estaban todos ocupados.

El tibio sol los tenia atrapados en los asientos.

Nosotras hallamos una cómoda fuente que nos recibió complacida.

Su regazo nos cobijo con algarabía.

Iluminadas por el dorado astro hizo memorable el descanso.

Las bochincheras calandrias competían con las cotorras.

Los chillidos aturdían despertando la atención de mi curiosa perra.

Sacaba medidas por más cuentas la altura era mucha.

¡Imposible de alcanzar”

En su memoria pasaban esas imágenes donde ella era la protagonista.

La cazadora que las corría con alegría por el parque de casa.

En esas carreras más de una pluma perdían las escandalosas.

Desanimada las mira volando en lo alto de las palmeras.

Ellas se muestran felices volando de rama en rama.

Camina por el verde pasto acarreando su correa.

De reojo mira para arriba con nostalgia.

Una ráfaga de viento nos avisa que ya era hora de regresar.

Paso a paso acompañadas por los tibios rayos,

con mesura fuimos despacito hasta nuestro hogar.

“Tarde de domingo espectacular”

Con el frio polar que ha desembarcado,

“Por largo tiempo”

¡Lo vamos a rememorar!

CAL.COR