Inicio / Cuenteros Locales / seroma2 / Esas paredes
¡¡¡Ah!!! esas paredes llenas de apéndices,
que como sigilosos grilletes impedían
que tu cuerpo se minimizara y huyera
del abrazo que te estrujaba y disgregaba
en los elásticos márgenes de las caricias.
Esas paredes impedían la falsa resistencia
de tu avidez por defender lo que entregabas.
Por cauces sin cuidado surgían ansiosos
desmayares de artificio y necesidades.
Yo quería siempre más, y vos… ah… vos,
eternamente dabas el lánguido néctar
con gemidos de selváticos recuerdos.
La más profunda oscuridad o la luz solar
albergaban el torbellino oscuro que nacía,
crecía y moría, en esas mismas paredes
que supieron condensar el universo. |
Texto agregado el 13-06-2021, y leído por 65
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