trato de recordar que me paso en estos ultimos kilometros, y no puedo.mi tarbena preferida, no la vi al pasar, hubiese como minimo mirado de reojos.son muchos kilometros, no puede ser que no recuerde nada. aunque si hago fuerzas, e insisto en recordar, tengo una imagen, que dispara como una metralleta otras imagenes, como sacadas de un sueño; y empiezo, bien despierto y sobrio como una lechuga. a ver un lugar.y a estar en ese lugar, que es un campo.una pradera extensa llena de pastos fresco, pero con un sol fuerte, picante, me llama la atencion las señales de transito que diferentes son, unos simbolos raros que no alcanzo a entender por mas que gesticulo a lo sabio.el camino es sinuoso, pero el cartel tiene dibujada como una escalerita y unas letras que ni entiendo.mas adelante diviso una tolderia como de indios y me acerco sin pensar en peligro alguno, me encuentro como en una neblina que hace pesado mi andar, al acercarme pateo sin querer el cuerpo de un hombre que agoniza, me inclino y toco su frente para medir la temperatura. vuela de fiebre, balbusea unas palabras y me señala a otro hombre que tambien esta tirado agonizando.mire los documentos de ambos y pude constatar que uno era cruz de apellido y el otro el quijote de la mancha.hicimos un par de huevos fritos en la armadura de quijote y tratamos de hacerle entender que ese calor lo esta matando, y no la peste, en cuanto a cruz esta borracho y se repone.si insisto en recordar:otro torrente de imagenes se dispara, como salido de una primera, que es una puerta de ceramica negra.caminabamos en direccion a mi scania, cruz, quijote en remerita, y yo, cruz me pidio que lo dejase manejar y lo deje, tal vez alli me alla dormitado un poco, pero cuando desperte habian transcurrido quinientos kilometros. y el que manejaba era yo.por eso es que guardo un sordo silencio.