Mírala ahí,
Tan inocente,
Tan llena de maldad relativa,
Joven,
Risueña,
Y puta.
Mírala,
Si al escuchar “pene”,
Se enrojece,
Mírala,
¿No te parece linda?
La llevo de la mano hasta su casa todos los días,
Le escribo clichés, para que ría,
Le canto,
Le bailo,
Le cierro el ojo,
La acompaño junto a los otros,
Y lo más terrible,
Es que a pesar de lo remoliendera,
Nunca me toca a mí.
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