PROFESIÓN RENTABLE
México, tierra de oportunidades
Yo
No cabe duda que la vida da muchas vueltas. Les cuento que soy un profesionista que tenía un excelente trabajo en una empresa mediana, sin embargo, llegó algo que nadie esperaba: la pandemia de COVID-19 y en la torre. Fui desocupado y mi antigua empresa al borde de la quiebra. ¡Ni modo!
Hay un dicho que no por viejo deja de ser verdad: “Dios aprieta, pero, no ahorca”. Eso me pasó a mí, estaba bien jodido, ya sin dinero, cuando un compadre me invitó a un jale rentable, saldría en poco tiempo de la prángana y me convertiría en nuevo rico.
Vivo en Guanajuato, hermoso estado, donde ha florecido el sicariato. Me junté a una banda de sicarios comandada por un cruel y sanguinario ex oficial del ejército, llegó a capitán primero de infantería.
¡Es verdad! Hay mucho trabajo, me hice acaudalado en poco tiempo. En los negocios hay oportunidades que uno apenas piensa. Con eso de la competencia el jefe de la banda rival, me abordó, ofreciéndome una buena lana si mandaba a mi jefe a descansar tranquilo al panteón municipal en un mausoleo de lujo.
¡Claro! Que acepté el “business”. Al dinero no hay quién se le resista. Aproveché las lecciones que el capitán me había dado, lo agarré descuidado y el metí dos balazos, uno en el pecho y para rematarlo uno en la cabeza. ¡Santo remedio! Ya descansa en paz.
Ahora soy muy rico, pero, (siempre hay un, pero), me la paso, escondido, ya que mis antiguos compinches y por envidia algunos de los nuevos me buscan para darme “chicharrón”.
La verdad, el que no arriesga no gana, México, tierra de oportunidades.
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