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Primavera del 72 (Final)

No es fácil para mi continuar con este relato y tal vez podría contar muchas anécdotas de este primer amor, de lo que fuimos descubriendo con Sonia, de cuando conocí a sus hermanos, Sandra que me parecía mayor y solo tenía 11 años y Enzo de apenas 8 años y terrible como todo pibe de su edad. Olga su madre y Enzo su padre, todo un personaje, recto y severo en su hogar pero con una debilidad fatal: su forma rápida y temeraria de conducir.
El sábado 3 de marzo de 1973 por la tarde estaba en su departamento, tal vez jugando a las cartas, tal vez esperando que se haga la hora de ir al cine cuando llegó de visita un matrimonio amigo de los padres de Sonia que también tenían tres hijos, aunque más pequeños de edad. Ambas parejas acordaron salir a cenar solas, ya que no cabrían en el Fiat 125 color beige cero kilómetro todos los integrantes de las familias.
Creo que fueron a cenar a algún restaurante de la zona Norte, porque regresaban por avenida del Libertador cuando al acercarse al Monumento de Los Españoles que está rodeado por una gran fuente con forma de trébol de cuatro hojas, tal vez por una mala maniobra, tal vez por lo que se bebe en una cena amena con amigos o porque otro vehículo les cerró el paso, se llevaron por delante al borde de la fuente. El Fiat 125 se elevó atravesando por el aire todo el ancho de la fuente y pegando de trompa contra el asfalto al otro lado del monumento. El padre y la madre de Sonia fallecieron en el acto, del otro matrimonio uno también falleció y el otro quedó muy mal herido y hasta perdió una de sus piernas. No recuerdo si fue el hombre o la mujer. Así fue que en pocos segundos dos familias quedaron destruidas y Sonia junto a sus hermana y hermano huérfanos de la noche a la madrugada del 4 de marzo de 1973.
Antes de las ocho de la mañana sonó el teléfono que estaba cerca de mi cama, medio dormido atendí y una voz masculina me pidió si podía ir a la casa de Sonia, era el encargado del edificio quien me llamó. El pedido era urgente. Rápidamente me vestí y corrí a tomar el colectivo 2 que me dejaba a una cuadra de su casa, quería llegar lo antes posible con ese nudo en el estómago que me asfixiaba. Al llegar el encargado del edificio estaba en la puerta y cuando le pregunté qué sucedió solo me dijo: se mataron los dos.
Eterno fue el trayecto hasta el octavo piso hasta entrar a la tragedia, allí donde nadie entendía nada y todos llorábamos. Alcancé a ver una carpeta que había traído la policía dentro de la cual solo vi papeles manchados con sangre y pequeños restos óseos, como esmalte de dientes. Si fue terrible para mí ese panorama, imaginen lo que era para sus hijos.
Al lunes siguiente yo debía rendir una materia pendiente, pero no lo hice. Quería estar junto a Sonia, sus hermanos y abuelos. Me queda el recuerdo de Sonia, acostada en la cama de sus padres abrazada a las cintas de las coronas. Ella en julio cumplía 15 años, con lo que eso significa para toda chica. Todos los preparativos quedaron truncos. La tragedia golpeó muy fuerte a esa familia, más aún cuando apareció la ex esposa del padre, dela cual no estaba divorciado y exigió el valor de la mitad del departamento que hasta entonces había sido el hogar de la familia.
Nuestra relación duró algo así como un año más, tal vez porque mi capacidad de aguante se agotó al igual que el amor, sinceramente no lo sé. Si recuerdo que se cortó por una discusión no tan importante.
Con el pasar de los años nos reencontramos varias veces y hasta sucedieron cosas muy graciosas que tal vez un día relate, ya como amigos y en estos últimos años a través de las redes sociales siendo ya los dos abuelos.
La última vez que hablamos fue a principios del 2020 y en julio cuando se acercaba su cumpleaños le escribí para recibir la respuesta de su hija diciéndome que Sonia había fallecido algún día de junio del 2020. Esa noticia me desbastó, y como la recuerdo siempre, a pocos días de cumplirse el primer aniversario de su partida quise inmortalizar a esa niña tan pizpireta y bonita que se cruzó en mi vida una tarde de primavera de 1972. Mi primer amor, ese que jamás se olvida.

Texto agregado el 23-05-2021, y leído por 101 visitantes. (4 votos)


Lectores Opinan
25-05-2021 Maravillosa realidad y escrita con mucho sentimiento. Prometo buscar el principio. Nunca se olvida al primer amor. vAN MIS 5***** yosoyasi
24-05-2021 Muy bueno tu texto, seguiré leyéndote, saludos y estrellas desde Colombia nelsonmore
24-05-2021 Una historia de primavera narrada con sencillez y tu maestría. 5***** Shou
23-05-2021 5*. Templeman
 
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