Te recorro, te habito...
y es mi deseo violento, audaz. En ti me reconocí. Estaba a la expectativa de tu emoción, de tu vibración. Y sin embargo me costaba percibirla, vislumbrarla.
Pero eras tú y yo era en ti.
Quiero sentir que el sol me abraza, recrearme en su calor y despertar mil colores.
Estás tan lejos...y sin embargo te traigo hacia mi espacio, mi tiempo...
Entonces te reencuentro. Pero como siempre, yo te busco, te buceo, te canalizo.
Sos como el mar. Tengo miedo de perderme (o perderte) en tu inmensa profundidad.
Sos misterio, sos lejano, sos ajeno. Ajeno a mí, a mi sed, a mi miedo.
Y es así como te tengo, desde lejos pero en mí.
Porque de alguna manera te habito, te sueño.
Entonces espero; espero en el tiempo, en el silencio, en mi deseo.
Hoy como todas las noches te pienso. Y en mi pensar te converso, te descubro mi verdad (desde lejos)
Y así te beso con palabras, te abarco con la mirada, Te recorro con mi sangre, me deshabito para habitarte.
Pero no lo sabes, No lo presientes. Estás lejos vos de mi, no yo de ti. |