Celebremos la vida, si todavía estamos acá, en pie, enfrentando cualquier situación, es porque nos corresponde hacerlo.
Celebremos nuestras fuerzas, hay quienes no la tienen y aún están luchando gallardamente.
Celebremos nuestra inteligencia, esa que nos permite sortear tantas trampas en la vida.
Celebremos nuestra genialidad para poner pan sobre la mesa por muy costoso que este sea.
Celebremos la amistad, el apoyo incondicional que no busca entender el porqué, solo está allí para ti.
Celebremos el amor, la mayor de las virtudes.
Celebremos la fe y la esperanza, complementos indisolubles del amor.
Celebremos al prójimo, referente obligado para bien o para mal.
Celebremos la distancia, ha sido necesaria para que ese ser amado salga adelante.
Celebremos la solidaridad, sin ella sólo seríamos cascarones vacíos.
Celebremos nuestras capacidades, herramientas compensatorias del poder adquisitivo.
Celebremos la cordura, esa que nos alerta si nos estamos desviando del camino.
Celebremos al vecino, al que presta sus herramientas y el que no también. Ambos aportan un aprendizaje.
Celebremos la intimidad, los lazos de afecto que nos mantienen cuerdos y sensibles.
Celebremos a nuestros hijos, son los luceritos guías en medio de la oscuridad.
Celebremos el éxito propio y ajeno, al final todos somos uno.
Celebremos al médico, la enfermera, al señor del reparto, a la empresa de internet, al vigilante del portón, al periodista, al locutor, al mecánico, al panadero. Celebremos todo y a todos aquellos que nos hacen la vida una Celebración.
#Celebremos.
Francisco Suárez
@Francho107
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