El tema del bullying se desenvuelve de acuerdo a diversos elementos que entran en juego en su desarrollo, y a múltiples factores que lo predisponen.
Podemos designar a los actores de este flagelo como: víctima o acosado y victimario o acosador.
El término bullying es importado. Lo ideó el psicólogo noruego Dian Olweus, en 1973 y proviene del término bull: toro.
La acción del bullying significaría “torear” o” embestida”.
La intención del acosador es intimidar a la víctima y producir anonadamiento, dejándola sin respuesta.
La acción va cambiando a través del tiempo, de acuerdo a los distintos escenarios donde se desenvuelve. Puede ser o no violento y va desde sutiles mensajes o apodos jocosos y denigrantes, hasta matoneos, peleas, intimidaciones o humillaciones, muchas veces disfrazadas o edulcoradas sutilmente, pero que llegan a un alto nivel de agresividad que provoca malestar y sufrimiento, con el agravante de resultar incomprendido, en muchos casos, por el entorno y por los responsables del grupo en cuestión.
Estas actitudes agresivas suelen estar presentes en forma constante, y por más que se creen normas de convivencia en las escuelas o espacio donde se presentan, suelen reaparecer sin lograr los resultados esperados.
El problema se ve con más frecuencia en la niñez y adolescencia que, paradójicamente, suele idealizarse como la etapa más hermosa de la vida, aunque está comprobado que en muchos casos no es así, y los adultos responsables que los acompañan en este proceso saben que están sujetos a problemas que surgen en la etapa de crecimiento, y que puede estar aparejada por períodos de inestabilidad emocional y trastornos alimenticios tales como obesidad, bulimia, anorexia, adicciones, etc., que crean un blanco fácil para el bullying.
El proceso suele aparecer con anterioridad en el seno de la familia, donde la incomprensión de los padres y familiares hacen que el niño o adolescente no encuentre su lugar, porque cuando para unos el joven es todavía un niño, para otros es grande, logrando que no encaje fácilmente en cualquier espacio donde actúe.
Simultáneamente las transformaciones de su propio cuerpo y el armado de su sexualidad depende de variadas cuestiones que está en estrecha relación con sus pares y con el grupo al que pertenece.
La necesidad de ocupar un lugar dentro de la sociedad tiene algunas variables de acuerdo a la época, y donde antes surgían situaciones de represión, en la actualidad impera la satisfacción inmediata y el hecho de “pasarla bien”, sobre otros ideales que ya no interesan a los jóvenes.
El desarrollo tecnológico entra en escena con la inclusión de diferentes actores y observadores que sostienen la escena, y donde el bullying puede aparecer con crudeza.
La tecnología aparece desde la más tierna infancia, influyendo sobre la voluntad de los padres (por ejemplo cuando se entretiene al bebé con el celular para cambiarlo y logrando, en las siguientes oportunidades, que el bebé reclame su premio por quedarse quieto).
CONTINÚA
Respuesta a guidos:
Claro, los acosadores son las verdaderas víctimas de una sociedad discriminativa. Ya abordaremos el tema. |