Opus 1: Alimento para la poesía (Deglución)
Hoy voy a leer uno más, un libro, más páginas,
nutritivo alimento para mi voraz mente creativa,
accederé a esos otros mundos que está en este,
por las sinuosas significaciones de cada página
y yacerán en mi mente hasta su renacer festivo
con el entrelazado lirismo de las ideas renovadas.
Opus 2: Reflexión y descanso (Digestión)
Deja que todo se diluya en la olvidada memoria,
en la retaguardia de un soslayo mirar en latencia,
en las palabras que ya no son más las palabras
en las irreconocibles ideas, futura intertextualidad
caldo de cultivo, ambiente propício sin mácula,
sedimento a la espera de volver a la superficie.
Opus 3: El despertar de la letra (Epifanía)
Despertarán mis dormidas letras sin despertador,
en la prematura alborada de una noche insomne,
en la postrera sobremesa de una tarde descafeinada
en el legado de un tardío etil que despierta a las musas,
en la nocturnidad de unos avizores ojos altivos,
en el difuso decir que no coincide con lo dicho.
Opus 4: El nacer de la lírica (Regurgitación)
Y es de esa borgiana idea que encuentra su insight,
en la letrada revelación para un sabático retorno,
esa voz que dicta prosaica su lírica más sublime
la que bebe ávida en la fuente de su propio hontanar,
que emerge inconsciente el hipotexto letrado
que ya no me reconoce ni yo reconozco más.
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Opus 5: Tiempo de despedida (Recepción)
No son más mías las palabras que nunca lo fueron,
no son más de mi cautivas todas mis letras prestadas,
se ha abierto una puerta que no tiene vuelta,
peregrina mi poesía ahora sacia su hambre,
nuevas voces para tejer otras nuevas letras
que volverán a ser alimento para la poesía.
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