Sábado 03/07/04 00:53am

El Personaje

El.Libre como sólo él. Era capaz de estar con grados bajo cero nadando en el mar frio de Cancún. En realidad no le importaba en absoluto subir las escaleras de su casa sin segundo piso. Amaba la selva tropical de Chile sin importarle que todos dijeran que no existía. No tenía límites. Volaba por calles de colores cuando quería. Sus días eran tan perpetuamente de pequeñas horas!

Él. Moreno de pelo rubio, y al otro día azul. Tan jóven como anciano. Según fuera su conveniencia gordo o flaco. Ni siquiera se si era 100% él. Quiero decir que no me extrañaría que con esa personalidad de vez en cuando haya sido ella.

Nadie lo criticaba, y aunque lo hubieran hecho, que más daba. Con esa libertad envidiada hasta por los dioses. Se escurría entre los paisajes más remotos de reconditos planetas, y por los túneles desconocidos de nuestros pensamientos.

Un día al verlo comiendo una barra de chocolate amarillo como el cielo sobre las raices profundas de un manzano, me sorprendí de tal nivel de excentricidad. Supe que ya lo conocía sin conocerlo. Quien no! Recorrí con la vista esas manos sin textura pero infinitamente bellas. Descubrí que no veía el extremo de su nariz y solté una carcajada.

Quizás lo notó, quizás no. Lo cierto es que me sentí trasladada hasta un castillo de luz que se alzaba sobre una de esas manos, ahora pegajosas. Me sentí pequeña, y muy observada, por él. Imponente. Acorralada. En cautiverio. Y de pronto la furia se apodero de mi. No resistí las ganas de atraparlo, encarcelarlo.

Saqué un lápiz y en las paredes comenzé a escribir tan rápido que él no podía entender nada. Me sentí mejor. De a poco se iba haciendo mas esclavo de mí. Le estaba quitando su libertad. Estaba plasmando a mi personaje, que tal vez pudo haber sido un ser inerte y vivir sobre la arena. Pudo tener un elefante de mascota o haber trabajado en Mc Donals.

Lo tengo entre papel y lápiz. Ya es todo mío.

01:14 am