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De los amigos de la infancia a quien no olvidaré jamás es a Sátur. Así le llamábamos, pues Saturno- que tal era su nombre completo- nos resultaba como muy planetario. Y digo lo anterior porque hoy he visto una noticia que hacía referencia a él en el periódico. No puede ser otro: Sátur Arcusa. No creo que haya más en todo Madrid. Pero no seguro de ello, he llamado para cerciorarme a otro amigo- del que sigo en contacto, al menos telefónico. Y me lo ha confirmado: a nuestro Sátur le han dado un premio literario. Y era que el chaval ya apuntaba maneras en el barrio. Era el que más ingenio demostraba poniendo motes, pero también el que mejor encajaba las hostias de los motejados in humorística causam.
El caso es que escribe libros: literatura. De tal manera que me he allegado al Ateneo- donde decía el periódico que le harían entrega del premio- a que me haga una dedicatoria.
- Cómo se llama usted- me ha preguntado para cumplimentar el escrito en aquella nívea primera página de su novela.
- Segundo Urquijo- le he contestado.
De repente se ha iluminado, como accionada por un resorte secreto, su mirada.
- Sí- le he contestado, ante sus ojos atónitos que parecían bucear en los míos algo que me identificara.
Hemos quedado para después de las firmas. Y nos hemos tomado unos cafés en un bar cercano: el que refrenta precisamente a la fachada del Congreso de los Diputados.
Y no todo es oropel y fama- me ha confesado. En realidad- dice- esto lo hago para vencer la monotonía. Al parecer es profesor de Latín y Griego en un Instituto de Enseñanza media.
Cómo te envidio- me ha dicho. Debe ser que cada cual echa de menos lo que no tiene. No se ha casado. Y del Instituto a casa y de casa, con los exámenes corregidos al Instituto. Sólo que- afirma- en lugar de poner la televisión cuando termina las correcciones, se dedica a emborronar páginas.
Cómo voy a tener yo literatura con todo el jaleo que tengo en casa. Que a él le hubiera gustado tener una familia y tener algo de jaleo aun a costa de no tener obra. En fin, que hemos departido y le he prometido seguir sus novelas. En una especie de código secreto- me ha dicho- te mantendré informado de mi vida, a través de ellas.
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Texto agregado el 11-04-2021, y leído por 66
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