Amor pate 19

El coordinador del programa de becas del edificio de gobierno le dijo que su embarazo no era un problema para ellos, lo único que tenía que hacer era tener su a bebe y de inmediato regresar a trabajar. Era una oportunidad que no podía dejar pasar. Ximena les dijo a los dos jóvenes que contaban con ella.
Ximena estaba preparada para reclamarle a Matías las palabras hirientes y el desinterés que tenía sobre su hermana.
-Amor – expresó Matías al abrir la puerta de su casa.
-Nada de amor. Tú no sabes lo que es el amor – lo señaló con el dedo.
- ¿Qué te pasa?
-Estás muy quitado de la pena. No puedo creer que seas un desgraciado. ¿Cómo pudiste decirle bastardo a ese bebe? - hizo una pausa- Tú no tienes idea lo que es tener a un bebe en tus entrañas, y sentir que crece con los días – los recuerdos regresaron – ¡no sabes el dolor de perder a alguien! Yo daría la vida por volver a tener a mi hijo en mis brazos, verlos sonreír y que me diga mamá – comenzó a llorar – Macarena está viviendo la mejor etapa de su vida, ser madre. ¿Y sabes qué? Será una gran profesionista, porque la voy a apoyar y esa creatura tendrá todo. Y tú te quedarás sólo en esta puta casa, con tu maldita soledad. Tenía razón tu hermana, no sabes lo que es el amor.
Ximena salió de la casa de Matías para no volver.

La barriga de Macarena comenzó a crecer, Adrián la visitaba todos los días y ella se iba al edificio de gobierno para cumplir con su debido trabajo. Era una beca en la que le pagarían por horas de trabajo y si su desempeño era el correcto tendría la oportunidad de laborar en ese lugar.
Ximena se enteró de muchas cosas sobre Matías que ella no sabía. Macarena se encargó de contarle de aquella mujer con la se casó años atrás y lo abandonó días después de la boda.
Pero las cosas se complicaron para las dos mujeres. Macarena comenzó con dolores y estuvo más de 12 horas en labor de parto. La joven sudaba tratando de que ya se terminara su calvario del que se resultó un adorable niño. Un niño con los ojos claros de su tío Matías. Adrián se quedó en casa de Ximena para cuidar al recién nacido cuando ella comenzó a sentirse mal. No era normal lo que le pasaba así que decidió ir al médico.

Sus sospechas fueron confirmadas.
- ¿Qué me pasa? – pregunta Ximena en el consultorio.
-Estás embarazada – le responde el médico. Paola tomó de la mano a su amiga.
- ¿Cuántos meses tiene? – pregunta Paola.
-Aproximadamente 3 meses. Debes cuidarte. ¿Eres primeriza?
-No. Ya tuve un bebe, pero murió hace tres años.
-Lo lamento. Pero ahora tienes una segunda oportunidad.
-Gracias.
Las dos mujeres salieron y sin decir palabra alguna. Mientas Paola manejaba la camioneta, Ximena rompió en llanto en medio del tráfico. Paola, la consolaba mientras sostenía el volante.
-Tranquila amiga.
- ¿Por qué precisamente en este momento de mi vida?
-Eso no te lo sé responder, pero lo mismo que le dijiste a Macarena, ahora tienes por quién luchar.
Ximena la pidió a Macarena y a Paola no decir ni una palabra de su embarazo.
Era imposible poderle ablandar el corazón a Matías, pero muy en el fondo existía un hombre de buen corazón que era capaz de sentir amor por las personas que los rodean.

Camino al trabajo, Matías se encontró con la camioneta de Ximena. Se sabía de memoria las placas y la siguió. Se dio cuenta de que se detuvo afuera del hospital. Entró por la puerta principal y él la siguió hasta el consultorio en el que tomó asiento para esperar su turno. En ningún momento la vio de frente hasta que ella salió del consultorio.
Se miraron de frente pero no dijeron nada. No había nada que decir.

Continuará…