Inicio / Cuenteros Locales / generoso-toch / La bestia.
Tus muslos siguen
la recta huella
de un laberinto.
Vibra el cielo
nos resurge la dicha
del dulce polvo.
Rociada de miel
le entraste al latex
innecesario.
Luego de un fin
volvemos a comenzar
tan relajados.
Un trueno oigo
al decir en mis oídos
vamos de nuevo.
Pongo mi diestra
al servicio sublime
de acariciar.
Aún de prestado
intrépido futuro
te aproximas.
Parsimonioso
persivo una bacteria
en tu cacerola.
Derrapo y doblo
hundido el taco
sobre la huella.
Y miro perplejo
el famoso rasante
moño turquesa. |
Texto agregado el 09-04-2021, y leído por 69
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