| En el mes de aniversario de la empresa nos preparábamos para mostrar al directorio y a los dueños la acostumbrada obra de teatro con algunas circunstancias o situaciones que hayan ocurrido en la empresa y que sean divertidas.
 Pero todo partió mal.
 
 El libreto original contemplaba a propósito dejar en evidencia algunas torpezas incurridas por las secretarias y los administrativos en sus labores cotidianas. Cual error.
 
 Estas, las secretarias, saltaron como pulga al perro cuando se vieron menoscabada.
 
  No. Nunca cometemos errores  dijo Carmen Gloria.
 
 El jefe administrativo quiso calmar la situación aludiendo que en la obra también estaba incluido el chofer, el informático, el bodeguero
 
  Si, pero nosotros las mujeres somos más inteligentes que los hombres
 
 Silencio, quién se atrevía a llevarle la contraria. María Teresa la apoyo
 
  Si, podemos hacer más de una cosa a la vez, en cambio los hombres apenas una, si es que.....
  Pero bien hecha - contestó Javier, el bodeguero - jaja
  Mentira - Replicaron todas juntas
 
 Lo concreto es que se armó la grande. El informático opinó
 
  yo como matemático puedo decir que siempre podemos encontrar uno más tonto que otro. Y eso incluye las mujeres. Para qué creerse más inteligente, si así como hay hombres tontos, rematados, brutos, también hay mujeres que son tontas, brutas, rematadas y brujas....
 
  ha, dijo María Teresa, agregaste bruja. No me importa, yo no me creo inteligente, yo soy inteligente
 
 Pedro, el Bibliotecario agregó
 
  O sea te crees más inteligente que Carmen Gloria
  No, dijo, - soy más inteligente que los hombres
  Ja, dijo Pablo, el chofer,  absurdo, no puede ser que todas las mujeres sean igual de inteligentes, se contradicen
 
  Las estadísticas lo comprueban, conducimos mejor que los hombres - Continuó Carmen Gloria, alterada
 
  Pero ese es un problema cultural. La mujer es menos osada y se emborracha menos - dijo Pedro.
 
  Mal ejemplo, si conducir es un problema psicomotor, hasta el más tarado y mínimo de los hombres puede manejar, también lo puede hacer hasta la más tonta de las mujeres. - Agregó el informático
 
  Para mí hombres y mujeres son iguales. Yo opino que el 10% de los hombres son inteligentes, el resto son una plaga de pelotudos que no leen, no estudian, no usan la lógica, no se superan. No conozco cual es la estadística de las mujeres. Eso lo sabrán ustedes. - Continuó el informático.
 
  Ninguna - decía Carmen Gloria.
 
 Sigamos con la obra de teatro.
 
  En el libreto existe un tonto, ¿Quién quiere ser tonto?
  Cualquiera de los hombres  dijo Carmen Gloria
 
  Yo me hago el tonto - dijo Pablo
  No te va a costar nada  dijo María Teresa
 
  ¿Qué tengo que hacer? - Dijo Pablo.
  Te vas a sentar frente al computador y haces algo varias veces, debes olvidarte de lo que estás haciendo y repetirlo, para borrar colocas corrector en la pantalla, un manchón bien blanco, que se note, envías un mail en un sobre, y cosas así
 
  Fácil, es cosa de imitar a Carmen Gloria, dijo Pablo
 
  Chistosito, exclamó Carmen Gloria.
 
 ¿Quién quiere ser directora?
 
  Yo - dijo Carmen Gloria, siempre quise ser directora. ¿Qué tengo que hacer?
 
  El libreto dice que va a dirigir un grupo de trabajo, se antepone a un problema, selecciona al personal adecuado, debe mostrarse creíble, un excelente vocabulario, buen trato, y dicta el proyecto ...
 
  ¿Y cómo se hace eso?  Dijo Carmen Gloria, con cara de susto.
 
 El informático dijo
 
  Es fácil decirle a una persona inteligente que se haga el tonto, pero como se le dice a una tonta que actúe como inteligente.
 
 AL final esto mismo que acabo de narrar fue el libreto de la obra de teatro.
 
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