Si sobrevivo estas setenta y dos horas se ve que podre contar el cuento.
Yo era una de las que no me iba a vacunar .
Pero una madrugada algo me dijo debes anotarte.
Cuando el cielo habla no me quedo otra que en enero anotarme.
El miedo me superaba por la larga lista de mis limitaciones.
Esperaba encontrar un médico para consultar.
Pero en mi camino solo apareció un ángel vestida de enfermera.
Le entregue mi brazo ni el pinchazo sentí.
Su dulce sonrisa me dio la seguridad que me hacia falta.
Ángeles que aparecen en el momento menos esperado.
Su presencia, su mirada, sus palabras , su sonrisa.
¡Me regalo la confianza que precisaba!
CAL.COR
Texto agregado el 06-04-2021, y leído por 76
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Lectores Opinan
06-04-2021
—Como ayer te comenté, a mi me aplicaron dos dosis y no sentí lo que tu sentiste... y eso me da un poco de envidia... ¿Será que yo necesito más dosis de chinas para sentir ese fuego? —Si me alegro por ese regalo de confianza que describes. —Un abrazo. vicenterreramarquez