“Memoria selectiva para recordar lo bueno,
prudencia lógica para no arruinar el
presente, y optimismo desafiante para
encarar el futuro.” Isabel Allende


En el acúmulo ingente de tantos recuerdos
de esos instantes, de esos paseos de la mente
que me llevan de la mano a la memoria,
esas remembranzas tempranas o tardías,
acumulo de una vida, fértiles evocaciones.

Excitado por mi tan solemne autobiografía
simulé el ayer con las más falaces visiones
seducido por mi personal canto de sirenas,
entre las rocas desestimé esos momentos,
esas ingratas evocaciones que no deseo.

Creí poder rehacer mis nuevos recuerdos,
retentiva recreadora al más fino gourmet,
selecta retracción para mi ansiado futuro,
un deseo entre el Mnemósine y el Leteo,
pero ese buen augurio se volvió desatino.

Perdido entre olvidos y alucinados futuros,
secularizado un presente que no es más mío
un irreconocible retrato me identifica ahora
y me llama para celebrar una reconversión
la jubilar imagen en la que no me veo más.

Un retrato inveterado que se renueva festivo,
confusa recreación perdida entre tres tiempos,
cuando no hay más diálogo entre mis dos yoes,
atónito en el fatal orgullo, en la falaz arrogancia
que proclama solemne una verdad no autorizada.