Había una vez un zapatero, muy pero muy pobre, que todos los días confeccionaba zapatos, y los trataba de vender para poder así ayudar a su familia.
Él estaba muy preocupado porque los días pasaban y él no había vendido nada, y no tenía dinero para poder alimentar a su familia.
Todas las tardes el zapatero iba al mercado y regresaba muy triste, porque no conseguía vender nada,
Pero un día el pobre zapatero no aguanto más tanta tristeza y la impotencia de no poder vender ni un par de zapatos hizo que comenzará a llorar, las lágrimas que brotaban de sus ojos empezaron a caer encima de los zapatos
Y en ese instante las personas se acercaron al zapatero y empezaban a pelearse por comprar los bellos zapatos que él había confeccionado.
El zapatero no entendía que había pasado pero no le importó, porque ese día vendió todos los pares de zapatos que había llevado, así que llegó a casa muy feliz con dinero para alimentar a su familia.
El zapatero pudo vivir bien unos días y confecciono más zapatos pero cuando decidió venderlos no vendía nada,

Qué raro se preguntó el zapatero porque ese día todos, peleaban por mis zapatos y ahora no puedo vender ni un par. Dijo el zapatero.

El tiempo pasó y el dinero ya se había acabado, el zapatero estaba preocupado y triste porque sus hijos le pedían comida, él no sabía qué hacer y empezó a ponerse triste de nuevo
Y comenzó a llorar, sus lágrimas caían encima de los zapatos y en eso la gente comenzó acercarse y empezaban a pelear por comprar los bellos zapatos que el zapatero había confeccionado.
En ese momento todos los zapatos se habían vendido el zapatero estaba muy feliz y se fue a casa
Pero camino a casa se puso a pensar que las dos veces que él había llorado se habían vendido todos sus zapatos, así que se dio cuenta que sus lágrimas eran mágicas.

Fue corriendo a contarle a su esposa, ella no lo podía creer y empezó a confeccionar muchos pares de hermosas zapatos y los roseaba con sus lágrimas de felicidad por el trabajo realizado.
Un tiempo después en su casa pudo poner una gran zapatería donde la gente se peleaba por comprar sus bellos zapatos que confeccionaba con lágrimas mágicas del esfuerzo y dedicación que le ponía a su trabajo.

FIN