Me olvide olvidarme, y me sangran las ganas, con los ojos sin derramar, solo predico la nostalgia, yo se mi fin y mi desdicha anciana, en el panteón de lo sucedido navego en mi risa fantaseada, no me sorprendo, en no poder alcanzar ni las lagrimas, no me sorprende que Dios se vaya olvidado de mi, no me sorprende escribir, sin entender, no me sorprende saber mi edad y ser como el retraso de él, me detiene la profundidad del no creer, y en mi valía demente cuando tuve y no fui fuerte, caminando entre sombras me condena el no tenerte, para mal sortear la forma de ver mi angustiada promesa de olvidar la vida, esperando la cansada muerte en las noches como esta, que no entiendo que mas resta, que mas espero , que el dolor eterno, que mas espero, en luchar para no obtenerlo, que mas desmiento, solucionar que la nada es mi pasajera y me llevara al entierro, solemne es la espera del solsticio impertinente que amenaza nunca ponerse en mi corazón impaciente por dejar de latir, que solo lo hace por la inercia y no por la demencia de querer vivir.