Película dirigida por Alexander Korda y protagonizada por la magnifica Paulette Goddard, Michael Wilding, Diana Wynyard y Hugh Williams; es una adaptación de la obra teatral homónima de Oscar Wilde estrenada en 1895.



Es una cinta sobre intrigas, acuerdos, corrupción, moralidad, estrategias y lujo. Nos cuenta la historia de Robert Chiltern un respetado miembro de la sociedad que es sobornado por la controversial y odiada señora Cheveley quien busca su apoyo en la aprobación de un negocio que la hará rica pero que es a todas luces corrupto. La esposa del señor Chiltern se caracteriza por su inflexibilidad en términos morales y no sabe de un pasado que puede destruir su matrimonio ya que su marido no es tan “ideal” como ella presume, sino que se ha visto involucrado en un hecho delictivo (el que los volvió ricos) en el pasado, hecho que usa la señora Cheveley para sobornarlo. Sin embargo, la intervención de su amigo Lord Goring (un dandy poco valorado en la sociedad) termina por no solo salvar la situación sino demostrar que no existen los blancos y negros y que toda persona puede tener una mancha en su historial.

Para mi definitivamente el “marido ideal” no es Robert Chiltern sino Lord Goring, un personaje inteligente y sumamente leal pero incomprendido por la sociedad moralista de la época y su familia que no saben apreciar el tipo de hombre que es. Cabe destacar el personaje de la señora Chiltern quien está segada por la moralidad y los principios y de la señora Cheveley segada por la ambición (Goddard).

En lo personal debo decir que esta obra ya del cine clásico me pareció no solo entretenida sino fascinante, desde las actuaciones, los decorados, el guion y la dirección. Definitivamente necesito ver esta obra en el teatro, Oscar Wilde nunca decepciona.