Película argentina de 1998 (anterior a la crisis del 2001) dirigida por Bruno Stagnaro e Israel Adrián Caetano y aunque realizada con poco presupuesto de gran calidad y muy premiada.
Con esta película en particular me pasa que la mayoría de mis amigos o la odian o la aman, a mi en particular me gustó mucho ya que retrata una Argentina que yo conocí y que es mi segundo hogar.

Trata la historia de El Cordobés, Pablo, Frula, Megabom y Sandra (pareja del cordobés y embarazada) quienes son jóvenes pobres y “sin futuro” que para sobrevivir cometen robos (los cuales les salen bastante mal porque terminan siendo estafados por sus socios) y se juntan en El Obelisco a comer pizza, fumar faso y beber birra (me encanto las escena del allanamiento del Obelisco, no sabía que tenía un camino a la cima), ellos constituyen una familia ensamblada por la crisis económica que ha dejado a la sociedad al borde del colapso (crisis de la convertibilidad del 2001), chicos que no saben cómo vivir de otra forma y que no piensan en un futuro (el único futuro es él bebe de El cordobés).

Nos retrata una sociedad que pierde el norte al ser abandonada a su suerte por los gobiernos corruptos y los bancos; además se puede ver esa Buenos Aires que tanto se deja amar contada en cada caminar, en cada carrera, en cada viaje.

Tiene bastantes falencias técnicas, pero hay que tener en cuenta que es de muy bajo presupuesto, sin embargo, no deja de ser un buen documento de la sociedad porteña.