Comedia de ciencia ficción animada dirigida por Hiroyuki Kitakubo y escrita por Katsuhiro Otomo (Akira); se centra en la ética de la atención medica geriátrica, la tecnología moderna, la comodidad de la juventud y el militarismo trayéndonos una historia emocionante (aunque el dibujo no es su fuerte) que nos deja pensando por un largo tiempo.
Algunos científicos desarrollan una cama de hospital computarizada que según ellos busca cubrir las necesidades de los ancianas evitando a los jóvenes la molesta carga que estos representan (una forma de cuestionarnos sobre hasta donde estamos dispuestos a llegar buscando nuestra propia comunidad, invisibilizando a una población de la que todos haremos parte algún día) para hacer las pruebas deciden secuestrar al señor Takazawa quien es cuidado por su enfermera Haruko, muchacha que no se detendrá en su esfuerzo (junto con sus amigos) de liberar al anciano y permitirle el curioso encuentro después de la muerte con su esposa.

Es una película que empecé viendo casi sin ganas atraída por la fama del creador de Akira (que me gustó mucho) y termino sorprendiéndome para bien, además que me dejo inquieta reflexionando sobre a donde vamos como seres humanos y como resultara mi vida en la época de mi vejez (un poco aterrorizante). Aunque el dibujo es algo simple y tosco, la música y el argumento logran superar este impase y darnos una cinta entretenida y muy reflexiva que vale la pena ver.