Para mis ojos, tu cuerpo es un misterio adorable
Con la altura de los andes
Que mi locura va a escalar,
El caudal de tus ríos, tus ojos de coral,
Ahogan mi espíritu, inmenso como el mar,
Total, soy un charco, un destello de luz
Pero anhelo ser tu lago y tu sol sobre la cruz.
Y aunque mi deseo por tu risa
Incendie toda ciencia
A la espalda cargo un saco
Lleno de historias y experiencia,
Pues recuerdo cuando fui furia e impaciencia,
Fui el invierno de las rosas
Que se quemaron en mi hoguera.
El camino fue profundo, lleno de peñascos y praderas
Hoy soy fertilizante y hasta soy la primavera.
Sin miedo al sufrimiento, abrazaré tus espinas
Que pronto serán alas y te apartarán de mi vista,
Pero, soy ciego del futuro, verdugo de abalorios
Abrazaré a la muerte y sonreiré en mi velorio.
Saltaré de tu montaña, caeré bajo tu sombrilla,
Sobre la arena y el dolor creeremos en la brisa
Mientras nuestro hoy no acabe,
Arderemos en otoño,
Caminaremos sobre el aire,
Y dormirás sobre mi hombro. |