1. Palabras de ida
Y en el principio fue solo un poema;
yo quería decir el todo, el todo de la nada,
para decir de la nada un todo indefinible,
porque realmente yo no quería explicar nada
quería dejar mi mensaje en abierto,
de su luz, de su oscuridad y de sus sombras.
Pero, ahora quieren que de libertad a mis palabras,
para vivir su reconfortante consecuencia,
para aguantar la impredecible inconsecuencia,
pero, ahora me preguntan por mis letras,
del significado de mi imaginación letrada.
2. Palabras de vuelta
Yo ya le di la libertad a mis palabras;
ahora no están más en mis manos,
que yo las deje ir así que ellas nacieron
y aun sabiendo que su vida no sería fácil,
ingratas optaron por abandonar su hogar.
Cada una de ellas se hizo con un diccionario,
un fiel escudero para las exégesis por llegar.
y entre epítetos, metonimias y polisemias
fueron encontrando su propio sentido.
Insurgentes renegaron de su nombre de pila,
su primera acepción, su primera razón,
intentaron dejar atrás cartesianas visiones;
ese hacer lo que se espera que se haga.
Pero su insurrección se tornó vana
y mis palabras por un instante,
en plena crisis de identidad,
ansiaron poder hablar con el creador.
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