Amor parte 16
Había pasado un mes desde aquel beso, un mes de una bella y hermosa relación y el momento de unir sus cuerpos y se haría realidad.
Matías llegó de sorpresa a casa de Ximena con una botella de brandy. Bebieron por un rato. La lluvia comenzó a caer, era una lluvia fina que refrescó la noche.
Ella estaba segura de lo que esa noche pasaría. Subió a su cuarto y se puso el baby doll que le llegó como regalo de sorpresa. Unos pasitos se escucharon bajar por las escaleras, las luces de la casa estaban bajas por la lluvia. Él la miró de reojo y se quedó boquiabierto al verla con el regalo que le dio, nunca en su vida había visto a una mujer en paños menores. Ella estaba apenada de mostrarse tal y cómo es. Sus grandes senos se hacían ver en ese atuendo y el bikini marcaban sus caderas. Lucía sensual.
Matías no pronunciaba palabra alguna, se dedicó a admirar a esa bella mujer que tenía enfrente.
-Gracias por los regalos – pronunció la mujer y Matías se sorprendió al darse cuenta de que ella sabía quién era el de los regalitos – Abrázame - le dijo - Te necesito cerca.
Él se acercó con mucho miedo, nunca había estado en una situación parecida. La besó cuidadosamente, ella trataba de alcanzarlo porque es demasiado alto para ella. La lluvia caía al compás de las caricias suaves de Matías. Se atrevió a tocar su espalda, pero nada más. Ella puso la mano del chico en su trasero y eso comenzó a ponerlo duro.
Lo subió a su cuarto y la luz de la lampara iluminaba todo el espacio. Él se quitó la chamarra en las escaleras, y fue desabrochando su camisa. Ella se encargó de quitarle los pantalones y dejarlo desnudo. Fue a él a quién le dio pena mostrar su desnudez, se mostraba vulnerable, y eso a él no le gustaba. Ella se quitó el baby doll y dejó ver lo grandes que estaban sus senos. Era impresionante verla desnuda porque para Matías era la mujer más bella que había visto así, desnuda.
Ella se acercó a él y le pronunció:
“Hazme el amor”
Se acostaron en la cama y se besaron. Él bajó poco a poco, primero llegando a sus senos. Los lamia y mordía cuidadosamente, eso hizo a que Ximena comenzara a respirar profundo. Ella abrió sus piernas y dejó ver sus entrañas al descubierto. Sin darse cuenta, Matías ya estaba demasiado duro. De alguna parte de su cerebro salió aquel animal que es en la cama, sin pensar en el preservativo la penetró cuidadosamente para no lastimarla, así hasta sentir aquella explosión dentro de ella.
Ella se mordía los labios, eso excitó demasiado al hombre recuperándose de manera inmediata y la penetró de nuevo, esta vez, ella gimió con ganas y jaló el cabello de su novio.
Los dos gimieron al sentir que ese éxtasis de placer. Se desvaneció poco a poco hasta quedar él encima de ella y besarse tiernamente para terminar ese acto de amor.
De inmediato se quedó dormido. Ella escuchaba la lluvia caer. Entrada la madrugada se levantó de la cama que estaba calientita, bajó y se sirvió un vaso de leche. Regresó a la cama y el bello durmiente seguía en un profundo sueño.
Continuará….
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