Escritos:
Poemas y reflexiones de un día cualquiera de mi vida...
El Autor.
LA PERDIDA
Siempre me he perdido. Cuando no fue en unos ojos, fue en unos labios o en unos brazos. Me pierdo fácilmente, así que lo mejor es que no me encuentres, igual volveré perderme...
RECORDAR Y OLVIDAR
Los recuerdos -al volver- son motivo de fiesta y algarabía; pero al marcharse, lo son de luto y de tristeza. El recuerdo es vida, el olvido es muerte. Ambos son los extremos de una misma realidad: la vida.
LA ENAMORADA
Un tiempo anduve loca y pérdida por ti. Por fortuna, y gracias a Dios, fue temporal.
Ahora lo estoy de otro...
CALLADO AMOR
Desde siempre te he amado en silencio y no lo he podido gritar. Su sonido sería tan atronador que nadie, ni tú mismo lo soportarían.
Ese grito ensordecedor lo guardo para mí, así por dentro me destruya, pero con la certeza de no herirte ni dañarte a ti. No me lo perdonaría...
DE LA NOCHE A LA MAÑANA
En un día todo puede cambiar:
El viento dejar de soplar
las aves de volar
los trenes de correr
las olas de viajar
la lluvia de caer
o hasta el mundo de girar,
y todo porque
unos ojos lindos
te acaban de mirar...
RETO
Apuesto a que crees saber todo de mí,
menos que te extraño...
OBJETIVOS
Mi primera misión fue encontrarte, la siguiente -y más importante-: no perderte...
NUEVOS PODERES
Quiero el poder del viento para rozar tus cabellos,
el de la lluvia para mojar tu cuerpo,
el del sol para secarlo,
el de un espejo para mirarte sin que me veas,
el de una canción para alegrarte,
el de un amigo para abrazarte,
el de la luna para hechizarte,
el de un amante para poseerte;
pero, quizás, el más importante:
el de un poeta para enamorarte...
SOY TODO...
... lo que tú quieres y no puedes conquistar.
... lo que deseas y no puedes poseer.
... lo que sueñas y no alcanzas a abrazar.
... lo que un día pudo ser tuyo y no supiste valorar...
DE LA VIDA Y LA MUERTE
Por encargo espiritual…
De la vida sé (con inmensa gratitud) lo que me ha dado y he vivido, y desconozco lo que me tiene reservado y lo que me queda aún (poco o mucho) por vivir.
De la muerte no sé nada, o, bueno, sé mucho: se lleva a los que uno con el alma quiere y que no podrá más ver ni tener a su lado; pero, en cuanto mí, sé que llegará sin yo pedirlo (de eso estoy seguro) y vendrá (no sé por qué) a arrebatarme de las manos esos días que ansiaba vivir más.
Se llevará mi cuerpo (esa armadura frágil, ese vehículo vanidoso que se resiste a toda costa a envejecer); pero no se apropiará de mis recuerdos: mis posesiones más preciadas (esas serán eternas como lo son las promesas que me ha hecho Dios).
Y una vez vencido por la muerte pero renacido en Cristo-Jesús, me reiré de ella, y los días que me quitó por vivir en estrechez, después, con bendición eterna, los voy a disfrutar...
Que venga, pues, la muerte, que en la otra vida (la verdadera vida) la voy de frente -y cara a cara-, a conocer...
P.D:
Amamos esta vida porque es todo lo que tenemos y conocemos, pero lo que está oculto y que por fe nos espera, es la salvación del espíritu: garantía de vida eterna; sino este paso, largo o corto, por la vida (por enriquecido que fuera) sería efímero y estéril.
GerCardona.
Bogotá, marzo 20 de 2021 |