Como ya explicó el físico teórico José Mota, el Universo es curvo. A partir de ahí se pueden ir sacando todo tipo de conclusiones. En esta segunda parte de física teórica voy a hablar de la religación trascendental o el hecho religioso. Y ello por haberme dado cuenta de que existe un vacío en cuanto al fundamento del hecho religioso, que bien puede explicar la antropología y la psicología evolutiva. Hecho que aunque esté un poco lejos de la física en sí, encuentra sus fundamentos últimos en la noche de los tiempos, en el origen del mundo y de la vida. Aunque también es cierto que con un poco de educación basta, lo es asimismo que las explicaciones metafóricas anidan mejor en la mente de las gentes. Pero para qué se precisa tal religación transcendental. Lo voy a explicar sencillamente. El ser humano durante millones de años ha luchado contra algo, por lo que en sus genes está ínsito tal bipolaridad. Una vez que ha dominado sus condiciones de vida no ha podido, sin embargo, soltar el lastre de la oposición, de la lucha, del enemigo exterior. Y ahí entra el papel de la "religación": para evitar un poco que nos devoremos unos a otros ya que las fieras han sido domadas por la civilización. Hasta otro capítulo, atentamente, su seguro servidor.