La poesía es así, una libertad apalabrada,
la puerta de salida para puerta sin entrada
el decir que se puede decir sin más culpa,
el endógeno palpitar de un pensamiento
que se atreve a conjurar los otros sentidos

La poesía son las huellas del camino,
el sentir de una vida más allá de si misma,
la letanía que registra el placer y el dolor,
aventajada visión que subvierte las palabras
para expresar el grito reprimido del mundo.

La poesía es la propia representación,
un traslucido cristal que se vuelve nítido,
un diccionario de acepciones infinitas,
íntima voz que se universaliza en versos,
el sagrado deber de un confidente libre.