Qué descansada vida la del que huye
del mundanal ruido, y sigue la escon-
dida senda, por donde han ido los pocos
sabios que en el mundo han sido.
Fray Luis de León: Oda a la vida retirada


¿Es descansada la vida
de quien siempre quiso descansar
y ahora el descanso le parece fatigoso?

¿Es descansada la vida
de aquel que huía del mundanal ruido
y ahora se ahoga con el silencio de cada día?

¿Es descansada la vida
de quién luchó tanto por llegar a la meta
y ahora ve ese fin como su mayor pesadilla.

¿Es descansada la vida
del que proclamaba antes la total ausencia
y ahora siente la soledad como su peor tormento?

¿Es descansada la vida
para quien no quiso mirar antes el futuro
y ahora cuenta el pasado como su máximo logro?

¿Es descansada la vida
del sabio que se alejó de los demás mortales
y ahora anhela la insignificancia del mundo?

¿Es descansada la vida
para quien creyó ser dueño de su propio destino
y ahora ya no logra encontrar más su camino?

¿Es descansada la vida
la de aquel que retirados ya los sentidos
irremediablemente olvida cómo se sueña?

¿Es descansada la vida
de quien siempre abogó por su tiempo libre
y ahora ve el libertado tiempo como su prisión?

¿Es descansada la vida
del que fue cegado por matar el tiempo
y ahora pugna para que esté no le mate a él?

La vida descansada no es descansar la vida, es descansar el alma viviendo plenamente la vida descansada. Se debe mirar el futuro sin dejar de vivir el presente y se debe vivir el presente sin dejar de observar el futuro y el pasado.