Cada que nos despedíamos
nos embargaba la tristeza
vos me decías, ve con Dios
yo te respondía, ve con la luna.
Así pasábamos los días
escuchando melodías
que llegaban al corazón
sin causar heridas.
El día más hermoso
de nuestras vidas
fue el día que decidimos
vivir juntos toda la vida.
Yo compré los anillos
de rodillas te pedí
que te casarás conmigo
sin pensarlo dijiste que si.
Desde ese instante
compartimos todo
lo que dos enamorados
deben compartir.
Compartimos alegrías
y también tristezas
yo te llevaba rosas
primero cortaba espinas
para no causarte heridas.

AUTOR: PEDRO MORENO MORA
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