Poema



Todos los días del año serán el día del amor


Lo nuestro no requiere de un catorce de febrero,
tampoco de un día señalado en el calendario,
ni una fiesta o una ceremonia con el nombre del amor.
Nuestros serán, aún con altibajos, distancias y adioses aparentes,
todos los días con sus noches que sumen doce meses,
mientras la memoria reviva lo que dicen nuestros versos.

La fecha marcada y destacada en nuestro calendario personal
será aquélla que un día entre verano del norte e invierno del sur
con esa noche que fue ocaso de lunes y amanecida de martes,
en un refugio escondido allá donde anidan las cigüeñas,
donde con preámbulo y epílogo en idiomas diferentes
vestimos la piel de la razón con los instintos de la especie.

Ese día entre atardecer soleado y amanecida con lluvia tempranera
poetisa y poeta confabularon sus versos con la noche del encuentro;
se unieron labios en besos ardientes sellando un conjuro de razas;
se humedecieron sábanas , con sudor de pieles de latitudes distantes
y al unísono en suspiros y estertores de placer,
una mujer y un hombre, tú y yo, unidos por lazos de distancia,
con gemidos y verbos en dos idiomas, conjugamos el amor y la pasión,
en singular… en plural… con todos sus modos, tiempos y… posiciones.




Incluido en libro: El Cierzo indómito
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