Amor parte 11

Llegó después de las 10 de la noche. Macarena estaba en su cuarto, cuando lo escuchó llegar se metió a la cama. Su hermano fue a su cuarto y vio que estaba dormida así que cerró de nuevo la puerta. Macarena al escuchar que Matías se metió a su cuarto prendió la luz y continúo estudiando para su examen.
Por la mañana, Matías despertó feliz, olvidando toda su desgracia, pero no olvidaba que su hermana no le dirigía la palabra para nada. ¿Quién podría ayudarle a buscarla en redes? ¿Qué eran las redes? Matías no estaba metido en eso de las redes. Pero era lógico que su hermana no le diría cómo.
Se sentaron en la mesa en silencio. Lo único que se escuchaban eran los cubiertos chocar con los platos. No decían nada. Así pasaron las semanas, ellos no se dirigían la palabra y quién ayudó a Matías a entrar a redes sociales fue Paola.
Los regalos continuaron, pero Paola le pidió que subiera de tono aquello.
-Yo creo que los regalos deben subir de tono.
- ¿A qué te refieres?
-A que debes regalarle algo más personal.
- ¿Cómo qué?
-Un baby doll
- ¿Qué eso? – preguntó el anticuado.
- ¿Ay no me digas que nos los conoces?
-No ¿Qué es eso?
Le mostró una imagen en su celular.
-Para nada. Eso es muy atrevido.
-Ella necesita sentirse deseada ¿Quieres salir con ella verdad?
-Pues sí, pero esa no es la manera.
-Hazlo, yo sé lo que te digo.
Obedeciendo a Paola, al día siguiente fue a comprar el baby doll, le dio vueltas y vueltas a la entrada de la tienda. Entró a la tienda y una joven se acercó a él.
- ¿En qué le puedo ayudar?
-Solamente estoy viendo – respondió él.
Matías observaba las prendas íntimas femeninas. De todos los colores y formas, trataba de recordar cómo era el que le mostró Paola.
-Si busca baby doll le puedo mostrar tallas. ¿Cuál desea?
-Pues… ¿Grande?
- ¿Color?
- ¿Rojo?
-Está bien.
La joven lo buscó y se lo mostró, lo vio muy atrevido. Y con toda la pena del mundo pagó el dichoso regalo. Salió avergonzado del lugar con ganas de que se lo tragara la tierra.

Continuará…