El sol se esconde de mi
detras de una nube
que llora conmigo.

Llora como yo porque
sabe (como yo) que
es necesaria nuestra unión

Me lastima su actitud esquiva
sin embargo, lo comprendo...
Tal vez mi belleza lo encandile
(a mi me pasa lo mismo con él).

Mientras tanto, los ruidos de la ciudad
me invitan a ensordecer
Las palabras que digo sólo yo las escucho
y me invitan a callar

Los ojos amaestrados
juzgan mi imagen y
me invitan a esconderme,

¡Yo no quiero ser una mercancía!

Sus cotizaciones me asquean.
Sin embargo,
no ceso de forzar mi pertenencia
de buscar esas formas en mi y en los otros.

¡El sol se esconde de mi!
y mi iniciativa ya no se conforma
con querer buscarlo,
con saber que debo hacerlo. Ahora
lo siento con cada posibilidad de mi ser

Ahora huelo el smog, pero
conozco el aire puro, el perfume de la flor
¡Y sé como encontrarlo!
pero necesito al sol
para que crezca la flor.

Por eso el sol me teme
y yo le temo al sol
(porque la transformación
es una forma de destrucción)
Pero sabe que me anhela y que
es para él necesaria mi fuerza.

Él se asoma, él me espía,
yo lo veo. Y ese rayo
me recuerda que está ahí
Su calor,
me recuerda que me quema
como a él lo quemo yo.

Me recuerda mi belleza
(que otros me hacen olvidar)
y recuerdo toda mi fuerza
¡Sé que soy el arcoiris,
la magia del amanecer!