Hay madrugadas que nunca olvidare,
el alma de la noche se extendía
como un manto negro sin estrellas,
cuando apareciste tú…

Tuvimos un encuentro con el fuego,
en la oscuridad tu voz me embrujo
diciendo; aparece…

Y es que el sur nunca me pareció tan lejos
solo que las consecuencias se atravesaron
y decidiste caminar al lado de la cordillera.

Hoy respiro presente, soy un mantra vivo,
un instante fugaz que no deja que vuelvan mas
esas noches, hoy quiero volver a sentir
que tu cuerpo era mi mitad y tu boca mi verdad.

El frio ya no puede dejar el corazón a la deriva…
Luna deja que suene mi verdad, dile que me espere
que mi alma está llena de su luz, deja que suene el mundo
entre canciones para entretener el tiempo, y que me espere…

que me espere un instante, en lo que arreglo el mundo
en lo que arreglo mi locura… en lo que deja de flotar
el tiempo y su realidad entre esta atmósfera sin fin que no deja de andar
entre naciones, de nuevo pasan las horas sin piedad…