El diseño del covid es una perfecta nave espacial y por cualquiera de los tubos que sobresalen del caparazón bien puede salir la descarga de un disparo que lo pueda volver a propulsar con precisa dirección mas luego de emerger de la boca.
Siendo así, es de suponer que no tenga muchos otros recursos para la traslación aunque si para cumplir el objetivo de hacer daño; sobretodo si son varios los virus que logren alcanzar la presa. Quizás el pinchazo que se siente al ser alcanzada la piel sea producto de una última explosión como para poder penetrar en la epidermis. Semejante aparataje deja entrever la naturaleza vengativa que conlleva un mensaje, la advertencia para que vayamos a corregir un camino equivocado.