Llegó de un país nórdico donde el orden y la lógica es absoluta. Pensó que lo mismo sucedía en porquilandia y tuvo que aprender, poco a poco como son las cosas en el reino de Simón el bobito, que al llegar al poder cambió todo el orden y la lógica que imperaba antes. En su última alocución televisada, en lugar de decir así te quise, dijo "así te querí" y al poco rato le hicieron miles y miles de memes por las redes sociales. En lugar de decir Colombia dijo Polombia, estos son dos de sus lapsus más comentados y que han generado burlas a más no poder.
Andersen, se sintió mal en un principio, pero con el pasar del tiempo fue aprendiendo las nuevas reglas y cómo debía responder para no meterse en problemas. En este país todo era al revés: para decir que tenía frío debía decir que tenía calor; para decir que era rico debía decir que era pobre y mujer para demostrar que era hombre. Tenía que decir hay justicia para demostrar que había injusticia. El noruego estaba muy confundido porque el subconsciente muchas veces lo traicionaba y no era para menos, pues de la noche a la mañana nadie cambia las cosas. Imposible comparar su país con este platanal llamado Colombia, donde los demonios se convierten en santos a la hora de la muerte y los entierran con todos los honores militares. Al poco tiempo les erigen estatuas y mandan a un soldado a cuidarlas para que un iconoclasta no vaya a atentar contra ellas.
Andersen ya no sabía si estaba en la noche o en el día, si llovía o hacía sol. Se equivocó muchas veces y los problemas no se hicieron esperar. El gobierno de Ivancho estaba pensando deportarlo; estaban esperando el momento propicio para hacerlo. Revisaron la agenda de porki y en abril tenía programado un viaje a ese país nórdico. Andersern viajaría en el avión presidencial al lado de un Duque que no llegaba ni a mandadero. Le dieron casa por cárcel mientras llegaba la fecha de la deportación; pero en Colombia nadie respeta esa figura jurídica, pues todos los condenados salen hasta dar conferencias sobre agricultura, cómo utilizar los susidios de los campesinos de una forma correcta.
Andresen, no fue la excepción y salía todos los días a la calle; le gustaba recibir la brisa de la Sultana del Valle por los lados del peñón; después de las cinco de la tarde la brisa es balsámica porque baja de los cerros tutelares. Ese día se quedó más de lo acostumbrado, porque se puso a conversar con una chica en una banca del parque la chica hermosa lo cautivó de inmediato. El dinero que tenía para el taxi se lo gastó en café y pan de bono en una de las cafeterías más exclusivas de ese sector. Tuvo que dejar el reloj en prenda porque la chica se antojó de quimbolitos y almojábanas e infinidad de productos costosos que vendían ahí. No quiso pasar vergüenza delante de aquella chica y le dijo que pidiera lo que quisiera pues pensó que no pediría nada según la lógica de los habitantes de este país. Acordó encontrarse con ella al día siguiente en el mismo lugar y la misma hora. Regresó a su casa caminando con la mala fortuna que un ladrón le salió en el camino. Se acordó que en Colombia todo es al revés y en lugar de decirle que tenía mucho dinero le dijo que era muy pobre que no le vaya a hacer daño. El delincuente de inmediato lo mató. Buscó en sus bolsillos dinero pero no encontró si no la foto de la chica que Andersen conoció en la cafetería del peñón. La chica fue la culpable de la muerte del noruego pues la utilizaron de carnada. Al otro día ella fue a sacar el reloj que era demasiado costoso.

AUTOR: PEDRO MORENO MORA
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