Un día estaba en su jardín. Arreglaba su bicicleta. De pronto y preparándose para salir levantó la vista y vio una mujer pasar al otro lado del portón de lata. La miró justo en el momento en que ella bajaba la cabeza.
La siguió un momento con la mirada y tuvo la impresión que ella se resistía a volver a mirarlo, esta vez de manera franca y directa. "¿Porqué no lo hizo. Porque no me miró? ", pensó el y emprendió su camino.
Pero tuvo la certeza que volvería a verla. Pero se juramentó que la próxima vez, cuando él fuera saliendo de su casa, sus miradas se encontrarían apenas ella apareciera detrás del portón de lata negro, sin darle tiempo a bajar la mirada. Muchas veces ensayó posturas. Pero no aparecía. Un día leía "El Mundo de Sofía" en el comedor. En un momento quitó la vista del libro y miró hacia la calle y la vio. Ella giró su rostro, oteó el jardín. El se recriminó de no haber estado en el jardín. "¿Porqué tuvo que estar leyendo ese libro justo en ese momento o porqué ella caminó justo junto a su casa cuando él leía y para peor se encontraba fuera del radio de acción de aquellos ojos claros que no podían escrutar tras la ventaja y la cortina?"
"¿Cuántas veces al día pasaría por ahí sin que él se diera cuenta. Viviría cerca o lejos. Tendría un plan parecido al de él?, se preguntaba.
¿Lograría algún resultado si realizara todas sus labores en el antejardín desde ahora en adelante. Podía forzar que ocurriera un hecho fortuito. Podía forzar al azar?.
¿Habría un plan en esto. Habría una suerte de mínimo común múltiplo y números primos entre ellos, de tal manera que en un futuro se encontrarían en similares condiciones que la primera vez?.