Escribir bien no es una obligación.
Para quiénes trabajamos con la lengua castellana, escribir bien no es una obligación, es un placer. Ese sentimiento de hacer las cosas bien.
Nos preocupa el desarraigo por el idioma, que no es sólo una convención, sino un distintivo de nosotros los hispano hablantes, o acaso ¿Usted hablaría mal de su casa?.
Redactar en español, tampoco quiere decir que entre más términología figurativa, el valor liteario es mayor. Semántica, sintáctica, pragmática y morfologicamente un "can defecando" es éxactamente lo mismo que "un perro cagando", con la diferencia que la segunda es más universal, lingüísticamente.
Ke kozas, ay jente ke eskrive komo le pega, pero dezgrasiadament no en kazteyano. Lo anterior lo vemos con preocupación, pues en una página de cuentos en español, abundan usos inadecuados del idioma, que al final son otra cosa, pero no español.
El acento de las palabras, no existe por azar, para entender cual es carácter de una oración, en la particula "qué" o "que" dan al sentido sintagmático un giro distinto. Ademas es distinto decirles a las personas que son "sintéticas" a "sinteticas".
Cuando de nombres personales se trata, y se utiliza el famoso "Del" hay una pequeña equivocación. Antes de los nombres personales y para hacerles referencia se separa la particula, y se escribe "de el"
Vemos con preocupación de que la gente usa mal el "de que", parece que el "dequeismo" está de moda, para la información de todos los interesados, la manera correcta de utilizarlo es sencilla, simplemente se debe hacer la pregunta, y si la respuesta da lugar al "de que" entonces es correcto utilizarlo.
Escribir bien no es una obligación, es un deber de los hispano hablantes, aunque no decimos que seamos perfectos, optamos por expresar nuestra noble denuncia.
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