Soy el heredero de tus pasos, pero sabes
que en mis días oscuros escribo desde la muerte.
La busco para matarla, para poner clavos en su ataúd.
Trato de espantar de mí sus arterias de frío
Tus palabras van a ser siempre
el resultado de un árbol y su raíz perfecta.
Tu ternura ha anidado en las ventanas.
Puedo escucharte en cada canto de la arboleda,
entre los arpegios y sus colores,
en medio de la silenciosa claridad
que me regalaron los desiertos.
Aún así pido perdón.
Pido perdón por todas las flores
que no he puesto en tu tumba.
Pido que olvides
la totalidad de mis naufragios.
Sabes bien, que desconozco cuántos pájaros
han trinado tu epitafio.
Vives en mí,
en mi garganta quebradiza
en cada una de mis fibras polvorientas
incluso en las lágrimas que ahogo en los espejos.
Yo soy el heredero de tus pasos.
Texto agregado el 26-01-2021, y leído por 104
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Lectores Opinan
26-01-2021
Es un sentido tributo de admiración. Hermosas letras. Nazareo_Mellado