Se que ha amanecido por que la alarma de lo que ahora dicen que es mi casa ha sonado, me he levantado he intentado ver por esa minúscula ventana algo de claridad, pero mi intento ha sido en vano, lo único que he conseguido ver es el enorme edificio que esta plantado justo delante de mi ventana. Hay días en los que me pregunto que de que color será el cielo, mi mente ya no recuerda ese tono azul que resplandecía en mi juventud. He preguntado a mis compañeros pero ninguno llega a deducirle. Y si me a ocurrido la idea de preguntar a una de esas chicas jóvenes que cuidan de nosotros. No se porque he utilizado el adjetivo joven, siempre he acompañado esta palabra con otras como alegría, felicidad, en definitivas ganas de vivir. Pero ellas no son así, siempre están tristes, el estrés niebla sus vidas y esos rostros pálidos apenas nos brindan con una sonrisa. Cuando la he hecho esa pregunta, sus ojos perdidos y confusos se han clavado en mi y ese tono seco de voz solo ha acertado a decir:
- Cada día el alceimer afecta a mas personas.
Es cierto que esta enfermedad nubla nuestros días, la mayoría de las personas que aquí residen apenas recuerdan su infancia, pero os aseguro que yo la recuerdo muy bien, y puedo aseguraros que preferiría no acordarme, a si no tendría que hacerme esta estúpida pregunta, así no haría de nuevo ese balance de lo que fue y ya no queda y así dejaría de pensar en ese chiquilla ingenua que fui, en esa nube en la que vole tantos años, y hoy al verme aquí, sola, en esto que dicen que es una residencia de ancianos, cuando me sobra tiempo para pensar, se que esa nube se callo hace mucho tiempo.
Mi día de anciana había comenzado con varios dilemas morales, y sin darme cuenta estaba soñando, estaba reviviendo mi juventud, dándome a entender que el alceimer aun no se había adueñado de mi. Sin darme cuenta una palabra asomó en mi un rincón de mi mente, un rincón oscuro, olvidado, perdido...
Soñador gris, esa era la palabra...

La luz ha inundado mis ojos, y mi pesadilla ha terminado, por un momento pensé que era anciana, que estaba olvidada como un mueble antiguo, como algo en desuso en una residencia, he soñado que no podía ver la luz, que el canto de los pájaros se había extinguido y mi natural despertador matutino se había cambiado por una alarma. Por suerte me he despertado de esa pensadilla, he abierto los ojos dos o tres veces, para asegurarme que en verdad había terminado y acto seguido me he pellizcado. Era algo tan mío, siempre me indicaba que lo que estaba viviendo era realidad y no sueño. Tantas veces lo he confundido que he tenido que inventar este método. Por suerte he sentido el pellizco.
Me he acordado que había quedado, él vendría a buscarme, tenia tantas cosas en la cabeza, tantas ilusiones, tantos sueños... Mis 16 años estaban dando su fruto, me sentía feliz, joven, llena de viveza. Nada comparado con esa sensación extraña que he tenido en mi sueño, era como si un muro tapara todas las entradas y una nube negra acabara con todas las salidas. Pero he olvidado por completo esta escalofriante sensación cuando el timbre ha sonado y le he visto, era él, con en ese rostro serio, esa sonrisa atípica que me hacía vibrar y esa voz diciendo:
-Espero que hoy no tenga que esperarte esos tres cuartos de horas que no perdonas.
Mi sonrisa picarona ya le estaba haciendo pensar, que no cambiaria nunca, que nunca le perdonaría esos tres cuartos de horas, porque la puntualidad no era mi fuerte, sin embargo el suyo si.
Se sentó con esos aires de decir ¿Qué voy a hacer contigo?
Yo me reí, y corriendo subí arriba y empecé a mirarme en el espejo, era joven y el mundo se habría ante mí, empecé a soñar, soñar despierta, con el..., con el día de hoy..., y así se pasaron los tres cuartos de horas consagrados, fue su voz la que me despertó de mi sueño, volví la cabeza por última vez en mi espejo, pero... no podía ser... era yo... no podía ser... la misma pesadilla de esta noche me perseguía, vi reflejada en el espejo a esa mujer mayor... pero era yo...no podía ser, tenia canas y arrugas y el rostro mas triste del mundo...
Baje de nuevo la escalera y como no quería estropear ese día intente olvidarlo. Baje y le vi de nuevo, yo ya imaginaba mi película yo andaba sigilosamente por los peldaños de la escalera con un traje de fiesta, era precioso, y el me esperaba con su traje de lino azul, y me cogía la mano... Mi mente me traicionaba, nunca dejaría de ser esa cabecita loca, entonces le me mire y me vi con mi chándal y con mis tan habituales dos coletas y solo me quedó echar una carcajada por mis ocurrencias.
Hacía un día de ensueño, el sol brilla con todo su esplendor, el verde de la hierba, el cantar de los pájaros, ese cielo azul, esas nubecillas dibujando figuras tan inciertas, el sol, él, y yo. Todo formaba una orquesta celestial, en la que nada desentonaba. Pero de nuevo esa imagen, creo que el día había comenzado con algo asi como el futuro, me veía a mi misma dentro de muchos años, y la verdad es que no me gustaba nada lo que veía, ese rostro triste inundado por la oscuridad...
Por un momento pensé que estaba sola, pero pronto le volví a ver, me estaba mirando con cara de decir ¿y a esta que la pasa? Pero antes de que dijera nada le aborde con una pregunta.
¿Cómo sueñas el futuro? La verdad es que me encanta hablar con el, mas que nada por esa diferenciación de opiniones, por esas discusiones por defender nuestra postura, somos tan diferentes que las conversaciones se hacen de lo mas interesante.
No me defraudo y contesto algo que ya sabia que diría:
-No le sueño mejor que ahora, creo que esto de los avances no puede acabar con buen fin, porque lo que comienza con una mejora, acaba con una obsesión general de hacer este mundo más fácil. Se que algún día nos será muy difícil reencontrarnos con las leyes naturales, estamos rompiendo con todo, con los bosques, con los mares. Y hay miles de ejemplos que demuestran que este no es el mejor camino. No se que pretenden. Quizás algún día a alguien se le ocurre que salir a campo y mancharte los pies de barro es de mas incomodo y deciden solar el suelo, y un día salimos y ver que el suelo del campo es de parque nos parece de lo más normal. Lo único que se es que el intento de mejoras se esta disparando.
Yo le escuchaba atenta, mirándole a los ojos, con una sonrisa en la boca por esa paranoia final, pero a pesar de eso siempre tenia una opinión muy critica y muy realista. Entonces el me dijo:
- No te quedes callada y dime lo que piensas, aunque ya lo se...
Era verdad que lo sabía pero a pesar de todo exprese mi opinión, que más mi opinión era lo que yo quería para ese futuro.
- Empecé hablar en bajo queriéndome creer aquello que decía, Bueno... la verdad es que para un futuro no pido mas que lo que ahora tenemos.
La verdad es que lo que en verdad quería era no sentir esa sensación que antes había sentido, no quería que mi sueño se cumpliera, no quería creerle cuando me decía que la tranquilidad en un futuro seria un premio. Que el estrés sería algo cotidiano, que cada día las residencias de ancianos estarían mas pobladas porque cada vez la población sería mas vieja, que cada vez habría menos niños que nos brindaran con una sonrisa, que un día llegue a esa mar y su azul sea extraño, que nadie llore por un mar pero si por que baja la bolsa, que un día salga al bosque y me de cuenta que parte de el esta quemado, que intente mirar al cielo y el negro de los pájaros se mezcle con el de la contaminación, que esa música celestial que ahora sentimos sea interrumpida por el sonido que el aire provoca en un suelo lleno de latas y ni siquiera quiero pensar los pueblos que quedaran vacíos, abandonando esa tranquilidad y cambiándola por esos edificios inmensos que tapan el sol, no quiero que llegue el día en que no vea a nadie andando por las calles por que la prisa haga utilizar cualquier medio de transporte, porque intento no creerte cuando me dices que el mundo esta en manos de un loco que quiera apretar el denominado botón rojo.
Intento creer que esto no ocurrirá, pero se que tu también lo intentas, aunque no me lo digas, se que detrás de eso rostro de soñador gris, se esconden los sueños mas dulces, también se que no quieres creértelos, no quieres que no se hagan realidad y entonces la caída de esa nube sea desde mas alto y duela mas, pero yo me lo creo y mi nube sube mas y mas sin que ni siquiera tu puedas sujetarla.
Estoy mezclando dos sensaciones tan diferentes por un lado soy una chiquilla soñadora que sabe que la realidad existe pero no la concibe mas allá de las películas y por otro una persona mayor que tiene en su mano las vivencias de muchos años, tiene en ella las respuesta de esos dos chiquillos.

A partir de aquí no relaciono nada más, hay pensamientos que vienen y que van pero no se agrupan formando una idea compleja.

He vuelto a confundir que fue sueño y que real, pero practico esa prueba que no falla. Me pellizco y no siento. Estoy soñando....