DIMENSIÓN DESCONOCIDA

“SI HAY DIOS, TODO ESTÁ BIEN. Y SI EL MUNDO ES REGIDO POR EL AZAR, PROCURA NO REGIRTE POR EL AZAR A TI MISMO”.
Marco Aurelio, estoico y emperador romano.

De joven la vida se vive, de viejo se reflexiona sobre ella. Sin embargo, alguien dijo: “Si quieres ser feliz como tú dices, no analices, amigo; no analices”.
¿A qué viene lo que escribo? Sencillo, tengo ya muchos inviernos encima y ¿vivir, lo qué me gustaría? Ni mi madre naturaleza, ni mi padre tiempo me lo permiten.
De muchos contemporáneos he visto sus esquelas y esto me ha puesto a pensar, aunque, el pensar no se lleva bien con el vivir. Lo malo de la edad, es que duermes poco y se te vienen a la mente pensamientos antiguos que obliga a hacerte examen de tu pasada vida. Viene entonces un molesto sinodal: la conciencia, dama exigente, y no la puedes engañar con sutilezas para justificar tus culpas o defenderte de sus acusaciones. Lo malo, es que sólo piensas cosas tristes o vergonzosas. Por más, que Sartre y otros pensadores dijeron que sólo existe tu existencia actual, el pasado no te deja.
Ahora bien, tu última posibilidad, es morir. Viene la angustia y el ser humano que de joven era pecador, de viejo se vuelve rezandero. Con cinismo se dice: “es por las dudas, que tal si hay Dios” y aunque nunca fue creyente, se muere con olor a santidad.
La verdad, es que al morir se pasa a la dimensión desconocida. ¿Cuál es ésta? Yo, en lo personal no lo sé, pero la pregunta metafísica te acompaña. Quieras o no.