Se anticipó a la muerte deteniendo su reloj biológico.
Muerte, un interceptar de los segundos.
Reloj incierto de las almas...
Cenicienta.
Sólo las manecillas resultaron indemnes al conjuro.
Eternidad:
Esa infinitud del tiempo.
Espanto.
Bajo el velo; su rostro.
Casamiento.
El disparo detuvo la ceremonia, en un “Calla para siempre...”
Puntualidad.
Regresó a la misma hora de su muerte.
Ana Cecilia.
Texto agregado el 01-06-2003, y leído por 377
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Lectores Opinan
06-06-2003
Gracias aqui principias a vivir de nuevo, ahora te empiezo a conocer a mi manera.Tu gran amigo y admirador. BESOS ENAMORADOS. gatelgto
01-06-2003
Cielos Ana C!!!esto te razga la neurona..sabes? no solo eres talentosa si no también generosa con quienes le ponemos leña a la caldera de la página en blanco. Por todo Gracias hache
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