Amor parte 7
Lo prometido es deuda así que Matías estaba en la plaza listo para verla. Ella iba con el cabello recogido, un pantalón holgado y una camiseta gris que no le favorecía su figura, aunque Paola le insistió que se vistiera mejor.
Así fueron varias veces, poco a poco Paola fue rompiendo el hielo con Matías, tenía que conocerlo bien para saber si en realidad le convenía a su amiga. Paola le propuso a Matías conocer a su amiga, pero él se negaba.
- ¿Qué te da miedo?
-Nada, pero es muy pronto para conocerla.
- ¿Te conformas con verla de lejos?
-Si – respondió apenado.
-Bueno… podemos llegar a un arreglo, ya que no quieres conocerla aun, puedes enviarle regalos, flores, detalles que la hagan sentir especial, ella lo necesita.
- ¿Por qué?
-Mira… - hizo una pausa- yo no soy la persona indicada para decírtelo, pero Ximena la ha pasado mal estos últimos años. De no ser por mí, ella se la pasaría acostada en la cama fumando todo el día. Antes fumaba uno o dos cigarros al día o a la semana, incluso dejó de fumar, pero después de lo que pasó regresaron los malos hábitos, mi amiga necesita a alguien que la levante porque yo no puedo.
- ¿Qué fue lo que le paso? – preguntó curioso.
- ¿Quedamos en que le enviarás regalos?
-Está bien – él entendió la evasión del tema.
Comenzó con rosas, rosas muy bellas con una tarjeta que decía “todo lo bello está en ti” recibió las rosas y quedó sorprendida. “gracias” decía ella.
Las rosas estaban bellísimas. A Paola no le extrañó ver el ramo en la mesa del comedor.
- ¿Rosas? ¿Tú las compraste?
-No. Me llegaron en la mañana.
- ¿Quién las envía? – dijo Paola, ella era cómplice.
-No lo sé.
-Te gustaron ¿Verdad?
-Si. Están bellísimas. La tarjeta dice “todo lo bello está en ti”
-Y lo es.
Paola estaba feliz por verla sonreír, era raro verla así. Pero así tenía que seguir.
Tres meses después de recibir un sinfín de regalos, la hora había llegado. Esos regalos levantaron a Ximena del dolor que tenía por estar sola y la pérdida de Cristian. La manera en la que se conocieron no fue la mejor, pero al fin de vieron de frente.
-El plan es el siguiente, me la voy a llevar a correr y tú debes ir al parque central a las 8 de la mañana el domingo.
- ¿Qué? ¡Es muy temprano!
-No seas flojo. Te veo a las 8 ahí. Y yo te la voy a presentar. Tu eres un conocido del trabajo o ya veré.
- ¿Y luego?
-No seas miedoso. Ya veremos que inventamos. Pero ese día se tienen que conocer. Y recuerda los regalos continúan.
Continuará…
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