Inicio / Cuenteros Locales / seroma2 / Quieto otoño
Un último incendio
se gestó cuando nos devoramos,
luego, la marea
dejó un pequeño charco.
Eso fue allá,
por el pasado septiembre,
con la primavera que,
pariéndose forestal y florida.
venía vehemente
a sacudir la languidez
de mi quieto otoño.
La mañana fue único testigo.
Pero las mañanas
duran poco meneando su fortuna
y son de memoria frágil.
Cuando los pájaros llegaron,
probablemente
esquivando las nubes,
ingenuas luciérnagas
titilaban sobre el pecho durmiente.
Solo existía un sueño. |
Texto agregado el 16-01-2021, y leído por 67
visitantes. (1 voto)
|
|
|
Lectores Opinan |
|
|
|
|
|
|
17-01-2021 |
|
Los amores y las ilusiones tardías renuevan el alma y avivan la llama en un incendio final, que bien dices puede devorarnos o dejar el paso de su huella dejando además bellos recuerdos y sueños. Hermoso poema, Sergio. maparo55 |
|
| |
|
|
|
|
|
|
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login
|