¿Por qué vienes llorando mi cielo?

¿Qué pasó en la escuela? No me angusties, anda cuéntame...

Mamá... [sollozando] es que en la escuela... me dijeron guacho

El corazón de la madre recibe el golpe como si una pared de concreto le cayera encima. Sus ojos se inundan con lágrimas de tristeza. La impotencia quiebra su voz.

Tú no eres guacho mi niño, ¿Acaso no soy tu madre? ¿Acaso en cada palabra no te acaricia mi voz?

No mi vida. No naciste de mi vientre, los empleados de Dios se equivocaron en la entrega enviándote a otro destino. Yo te busqué. Te busqué por meses, por años. A veces me cansaba, me rendía y volvía a intentar, no sabes de cuantas formas, mi tesoro, ¡Yo te busqué! te busqué entre muchos, hasta reconocer en tus ojos el alma que ya conocía para arrullarte en mis brazos y no soltarte jamás.

Vuelve mañana al colegio, diles que no eres un guacho, que en casa te espera una madre que te ama de aquí al infinito y aún más allá y enséñales que huacho no es un insulto, que es simplemente la tristeza de almas que están extraviadas de su verdadera mamá.



M.D


*guacho es una forma muy cruel y despectiva de enrostrar a otro su orfandad.